Totalmente elocuente y oportuna la pregunta que nos trae esta revista mundial: ¿qué Humanidad podemos y queremos ser?, y el llamado al Buen vivir – convivir. Para contestar estas en pos de la Casa Grande, comencemos por nuestras casas, por nuestra Casa – Isla, revisemos “nuestro habitante”, el que llevamos dentro…
Fuente: Caminos.
Por: Laidys L. Daniel Santana y Magalys Menéndez Peñate, educadoras populares
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Antes de despedir el 2011, el Centro Cultural Comunitario Nelson Barreras Rodríguez, situado en el querido barrio de La Marina, en nuestra ciudad de Matanzas, acogió a un grupo de Educadores/as Populares, egresados/as de los talleres de Investigación Acción Participación del municipio y a otras personas invitadas. Esta vez en una acción de la Red de educación popular en el territorio, donde conjugamos la presentación de la Agenda Latinoamericana 2012 con la convocatoria a reunirnos en fin de año, en una “puntada” pequeña y segura que contribuye al tejido social que intencionamos; convirtiendo así el momento en pretexto y actuación.
El local nos envolvió con su magia, la luz de las velas, el aroma de los inciensos, la canción Mi casa. Com, de Tony Ávila, nos dieron la bienvenida. El espacio propició que nos reencontrarnos unos y conocernos otros.
El suelo nos regalaba un mapa de Cuba sobre una bandera cubana, confeccionado con yoyitos por las abuelitas de la Lisa para regalarlo a La Marina en reciente visita a nuestro barrio. Otro mapa, el de Matanzas, visualizaba los territorios de la provincia donde están trabajando educadores/as populares en proyectos culturales y comunitarios, formados en nuestros cursos FEPAD.
Otros objetos nos acompañaban con sus respectivas historias colectivas que nos hablaban de un “taller libélula” (de Investigación – acción – participativa) como colaboración con la Red de Educadores Populares Ambientales de Chiapas, México; de un querido Encuentro Nacional de Educación Popular; de uno Territorial en Mayabeque; de una nueva FEPAD matancera recién culminada; de experiencias e iniciativas con el uso de las agendas latinoamericanas como herramientas para la educación desde el 2010, mostrando particularmente las carátulas de sus 21 ediciones.
Y entonces la mística hizo justicia e historia: disfrutamos del corto sobre el Proyecto de La Marina, lugar donde dimos el “primer pespunte” de Educación Popular, y donde continuamos obligados a seguir tejiendo. Recordamos a Virginia, abuelita que no está físicamente ya. Y nos dimos cuenta, al vernos tan jóvenes, de ¡cuánto vale la pena!
Conversamos, compartimos alegría, ímpetu y fuerza para continuar el camino con pasos más seguros y acertados en el próximo año. Explicamos en síntesis de palabras lo importante para Matanzas de continuar trabajando con más comprensión y unidad en la diversidad, desde las identidades que nos conforman, simbolizadas (según nuestra interpretación) por la variedad de colores vivos y de seres y elementos del planeta que descansan en círculo armónico sobre lo blanco, como aparece en la portada de esta agenda.
Totalmente elocuente y oportuna la pregunta que nos trae esta revista mundial: ¿qué Humanidad podemos y queremos ser?, y el llamado al Buen vivir – convivir. Para contestar estas en pos de la Casa Grande, comencemos por nuestras casas, por nuestra Casa – Isla, revisemos “nuestro habitante”, el que llevamos dentro.
La presentación de la Agenda estuvo a cargo de dos educadoras populares, que desde sus respectivas experiencias y saberes dieron muy bien un todo armónico al acto: Magalys Menéndez, una de las iniciadoras en el territorio, pero que además como ella dijera: “siempre lleva consigo la Agenda y de mucho le ha servido, invitando a que la descubramos como un tesoro, como algo diferente, bello, lleno de detalles, fechas y de información actualizada y poco difundida en nuestros medios”… y la reconocida investigadora matancera Caridad Contreras Llorca (Cachita) , trabajadora de la Biblioteca Provincial Géner y del Monte, egresada del último grupo FEPAD; quien aportó sobre la utilidad de la publicación no solo el sentido planificador y utilitario de la misma sino, enfatizando en algo más que eso: como formadora de conciencia y procreadora de amorosidad.
Asimismo explicó al auditorio sobre su contenido y ubicó su mirada crítica hacia la ausencia de las celebraciones judías como comunidad en sus páginas. Finalmente se realizó la venta en el patio y nos tomamos un suave té, que nos calentó los cuerpos y las almas para continuar entusiasmados/as. La canción “Vamos a Andar” del trovador cubano Silvio Rodríguez fue punto final del encuentro, con esta invitación nos despedimos con el compromiso de seguir caminando con pasos firmes y trabajando para fortalecernos como red en el 2012, de la mano de la nueva edición de la Agenda Latinoamericana Mundial.
